Podemos decir que aquel que quiera mejorar sus habilidades futbolísticas, y parecerse, aunque sea un poco, a los jugadores de Champions League, debe centrarse en perfeccionar tres habilidades: cómo chutar más fuerte, cómo driblar mejor, y cómo pasar mejor la pelota. Seguro que los Michaels Robinson o Maldinis que entienden más de futbol que yo dirán que no es tan simple como eso, pero al acabar un partido, si esos jugadores que hace esas tres cosas mejor que otro jugador tiene más oportunidades de destacar y ser titular.
Lo mismo sucede con la gestión energética. Para tener un mejor control de tus costes energéticos solo hay tres factores en los que debes centrarte: cómo compro la energía, cuanta energía utilizo y cuando consumo la energía.
[ctt template=»3″ link=»8mcU3″ via=»yes» ]Para tener un mejor control de tus costes energéticos solo hay tres factores en los que debes centrarte: cómo compro la energía, cuanta energía utilizo y cuando consumo la energía[/ctt]
Mejorando y controlando estos tres factores significara que podrás reducir tus consumos de energía al mismo tiempo que mejoraras tu productividad y competitividad.
Estando más informado acerca el uso de tu energía, podrás tomar decisiones más precisas y concretas, reduciendo el tiempo empleado en reportando y gestionando.
Vamos a desgranar cada punto.
Tabla de contenido
Cómo compro la energía
Comprar energía no es tan simple como pagar una factura cada mes. ¿Estás seguro que tienes el mejor precio? ¿Tienes la tarifa que mejor se adapta a tu consumo? ¿Tienes miedo de cambiar de compañía eléctrica y por eso pagas de más? ¿Te están facturando de forma correcta y precisa?
Consiguiendo un contracto óptimo para tu instalación, haciendo un seguimiento de las facturas eléctricas, controlar las tarifas del mercado, … son la mejor forma de mejorar tus costes y que estos no se descontrolen.
Cuanta energía utilizo
Si el kilovatio-hora más barato es aquel que no se consume, piensa ahora en cuántos de estos kilovatios-hora estas malgastando y que estas pagando.
Pero, ¿sabes dónde estás malgastando esa energía? ¿sabes por dónde empezar?
Sabiendo cuanta energía estas consumiendo en cada momento, ya sea por hora o por minuto, te servirá como indicador para identificar los principales puntos donde se malgasta la energía, y conocer cuál es el estado de tu instalación.
En muchos casos se necesita darse cuenta de esto para que se promuevan acciones correctoras. De aquí la importancia de monitorizar los consumos.
Cuando consumo la energía
Igual que no juegas un partido de futbol de la misma manera los noventa minutos, una instalación no siempre tiene un consumo fijo y constante a lo largo del día, ni el mes, ni durante un año.
Los excesos de demanda pueden suponer tener que aumentar innecesariamente la potencia contratada, o tener penalizaciones por exceder de dicha potencia contratada. ¿Controlas las necesidades de potencia de tu instalación? ¿Puedes evitar los excesos de demanda y evitar así penalizaciones?
Corregir o adaptar los consumos de potencia pueden ayudarnos a optimizar el termino fijo de la factura eléctrica.
Si tienes la flexibilidad de desplazar o intercambiar grandes consumos de potencia, que no coincidan en el tiempo, parar puntualmente consumos no esenciales, o reducir momentánea la demanda de potencia hasta encontrarse fuera de la zona de penalización, será una gran oportunidad para mejorar no solo los costes energéticos, sino también en la optimización de la infraestructura eléctrica de tu instalación.
Uso de datos para controlar todos los factores
Respondiendo algunas de las anteriores preguntas es un buen inicio. Cómo dijo Sherlock Holmes en el libro Estudio en escarlata: “Es un error capital teorizar antes de tener ningún dato”
Debemos tener datos para indagar en ellos. Encontrar las respuestas que nos conduzcan a la mejora del desempeño energético de la instalación y definir las métricas que realmente nos ayuden mejorar y controlar.
[ctt template=»3″ link=»6vXd4″ via=»yes» ]Debemos tener datos para indagar en ellos. Encontrar las respuestas que nos conduzcan a la mejora del desempeño energético de la instalación y definir las métricas que realmente nos ayuden mejorar y controlar.[/ctt]
Cuando controlamos cualquiera de estos factores energéticos seremos capaces de reducir los costes energéticos de nuestra instalación.