La gestión energética se ha convertido en un factor no solo diferenciador para cualquier empresa, sino que impacta directamente en la competitividad de la misma. Particularmente nos encontramos en una época en que los costes, la calidad y servicio son vitales de mantener. El consumo irracional, problemas de calidad de red y las paradas productivas tienen un gran impacto en los costes de nuestras instalaciones.
[ctt template=»3″ link=»9F2Gb» via=»yes» ]El consumo irracional, problemas de calidad de red y las paradas productivas tienen un gran impacto en los costes de nuestras instalaciones[/ctt]
Hay gente que piensa que la gestión energética es una tarea complicada y difícil de entender. Nada más lejos que la realidad, lo que es necesario es plantear una correcta estrategia inicial a la hora de afrontar el reto de implementar un sistema de gestión energética (SGE) para controlar cual es la eficiencia energética en nuestra instalación.
Tabla de contenido
Medir
Primero debemos partir de una auditoria energética que nos defina cuál es la situación actual de los consumos energéticos de la instalación, tanto de un punto de vista de balance energético por fuentes, costes y usos.
La información básica que debemos recoger es la línea base o perfil de consumo que caracteriza toda la instalación, como los usos en ella. A partir de su análisis, nos permitirá detectar y priorizar las oportunidades de mejora energética.
[ctt template=»3″ link=»A_f54″ via=»yes» ]Debemos partir de una auditoria energética que nos defina cuál es la situación actual de los consumos energéticos de la instalación, tanto de un punto de vista de balance energético por fuentes, costes y usos[/ctt]
Analizar
Este suele ser el punto más espinoso o que puede generar más dudas a la hora de plantear un sistema de gestión energética (SGE). El análisis de forma básica y sencilla debe centrarse en tres aspectos:
- Comparación entre instalaciones, grupos y usos. Para ello es imprescindible el empleo de indicadores de desempeño energético (iDE), o en ingles Energy Performance Indicators (EnPI), los que nos permite establecer unos valores de referencia para establecer un nivel de eficiencia para que la comparación sea lo más objetiva posible. Podrás encontrar aquí cómo escoger un EnPI.
- Detectar e identificar consumos atípicos. Si tenemos el sistema de gestión correctamente configurado, podemos establecer alarmas que detecten cuándo y dónde estamos realizando consumos anormales y que representan un uso ineficiente de la energía. Por ejemplo, establecer alarmas que detecten consumos continuos superiores a un límite fijado en horarios donde no hay actividad productiva o de servicio, o una alarma que nos avise si el factor de potencia es inferior a 0,95 al cierre diario para evitar penalizaciones.
- Detectar potenciales ahorros. Ver en qué instalaciones, grupos o usos hay posibilidades de mejora de la eficiencia energética. Por ejemplo con el uso de equipos más eficientes, corrigiendo del factor de potencia para evitar penalizaciones por consumo de energía reactiva, evitando el sobrecargo por exceso de máxima demanda o disminuyendo la potencia contratada.
Actuar
Tras analizar y controlar los datos, debemos actuar implementando soluciones y mejoras, o corrigiendo desviaciones detectadas en la fase de análisis.
Tres de las actuaciones más comunes son:
- Compensación de energía reactiva. Corrigiendo el factor de potencia no solo mejoraremos aspectos técnicos de nuestra instalación, sino que evitaremos penalizaciones en nuestra factura eléctrica, que pueden alcanzar hasta el 30% de la factura. Con un retorno de la inversión medio (ROI) de entre 6 y 18 meses. Cómo calcular una batería de condensadores.
- Evitar consumos atípicos. Normalmente estos consumos van asociados a comportamientos ineficientes de las personas (dejarse luces encendidas, no apagar el ordenador, regulación inapropiada de la temperatura del clima, etc). Automatizar procesos para corregir esos malos hábitos o comportamientos nos hace ser más eficientes y alcanzar ahorros importantes.
- Reducción de potencia contratada. Es frecuente encontrar que la potencia que utilizamos es bastante inferior a la contratada. Este hecho supone que estemos pagando de más en nuestra factura eléctrica, ya que el término de potencia es un término fijo y por tanto, no bajará por muchos esfuerzos que hagamos en reducir el consumo de energía útil (kWh). Una buena contratación de la potencia ajustada a la realidad y/o elementos que nos faciliten no sobrepasarla, como un controlador de máxima demanda, nos permitirá eliminar ese sobrecoste fijo en nuestra factura.
Ahora a ejecutar según los perfiles de carga y elaboración de una carta Gantt que según la evaluación y que estemos dentro de lo esperado.
Hola muy interesante la web. Tengo una duda y no estoy seguro. Es un asunto de una vivienda con instalación monofásica y que tiene tensiones bajas al ser final de línea. Las tensiones bajas le pueden hacer subir el consumo eléctrico? Opino que con bombilla típica a menor tensión, menor potencia de consumo porque luce menos. Pero si tiene algún motor monofásico tipo lavadora, lavavajillas, etc…. tengo dudas. Gracias
A menor un motor reduce su velocidad y su par, con lo que puede tardar mas para hacer el mismo trabajo. Pero la energia efectiva consumida seria la misma. Incluso ouede legar a ser perjudicial si la tension es muy baja.
Según norma, los niveles de tension en tu instalacion se han de mantener dentro de limites en un porcentaje sobreblas medidas hechas durante una semana.
muchísimas gracias. Sí conozco que la tensión en el punto de entrega debe ser +-7 %. gracias